Psicoanálisis de Niños: Clínica Psicosomática en la Infancia.
La condición emocional del ser humano es muy compleja, cuando no hay medios viables para canalizar la energía libidinal ante acontecimientos que no se pueden asimilar, llevan a que la vía de salida sea a través del cuerpo.
Los bebés tienen una situación más compleja por su escaso manejo del lenguaje, de tal forma que el cuerpo puede ser el gran rehén de las dificultades emocionales.
La relación del sujeto con el “psique-soma” es un aspecto de gran relevancia para el psicoanálisis, pues la estructura se va armando a partir del cuerpo y la capacidad de empatía de la madre, o quien cuide al bebé, para descifrar sus manifestaciones.
No todo lo que atañe al cuerpo ha de considerarse psicosomático:
• El primero de los casos sería de aquellos pequeños que nacen con alguna discapacidad física, que puede acarrear problemas emocionales, pero no necesariamente será así.
• El segundo caso se refiere a aquellos cuya condición física impone alguna restricción que el paciente no está dispuesto a observar. (cardiopatías, diabetes, epilepsia, etc.). Así también
incluye la ocurrencia de accidentes reiterados con valor de acting out.
• Las somatizaciones histéricas que quedan en el rango de conversiones: tics, inestabilidad reacciones kinestésicas o la catatonia.
• Trastornos causados por una falla de naturaleza traumática, inflamatoria, vascular o tóxica.
• Niños ofrecidos por las madres como pacientes graves que no lo son, pero cuyas madres insisten en colocarlos en ese lugar.
